Tenemos la mala costumbre de llegar a la playa o piscina, tumbarnos bajo el sol y en ese preciso instante echarnos la crema. ¡Error! La crema solar siempre debe aplicarse 30 minutos antes de la exposición (antes de salir de casa) y repetir la aplicación cada 2-3 horas y tras cada baño. Ahora bien, ¿qué crema compro? Esta pregunta nos la solemos hacer todos, ya que cada vez hay más variedad de formatos y de texturas. Pero sobre todo, antes de adquirir una crema solar, debes fijarte en los SPF. Hay dos factores que tendrás que tener en cuenta: tu edad y tu tipo de piel. Las pieles claras y los niños necesitan una protección SPF 50+. A parte, para el rostro te recomiendo aplicar una crema solar diferente que la que utilizas para el resto del cuerpo porque ésta es la zona más sensible de nuestra piel ante el sol. En la cara, al menos, aplica un factor de protección 30 o superior y para el cuerpo una protección mínima de SPF 15. Los niños menores de seis meses carecen de la capacidad natural de la piel para defenderse del sol y pueden desarrollar quemaduras solares graves y de consecuencias severas; por ello, mantenlos siempre a la sombra, cubre su cuerpo y cabeza para evitar insolaciones y quemaduras, pero yo no recomiendo usar crema solar siendo tan pequeños para evitar posibles reacciones del tipo alergias. ¿La crema solo es necesaria en las primeras semanas de exposición solar? ¡Ni mucho menos! Hay mucha gente que cree que una vez ha cogido algo de color, deja de ser necesaria la crema solar. Esto es un completo error que puede traerte graves consecuencias. Por tanto, este verano, no te la juegues, protege tu piel y la de los tuyos y trata de disfrutar de esos ratitos de sol pero con responsabilidad.